¿Cuántas veces hemos oído su nombre? ¿Cuántas pinturas hemos visto de él? Seguramente las suficientes como para conocer y reconocer su estilo al pintar, o bien, para saber en qué museos ubicarlo.
Sí, José Clemente Orozco es muy mencionado por ser uno de los principales muralistas mexicanos que de alguna manera transformó el arte mexicano, influyó en muchos otros artistas y sobre todo, inspiró a un sinfin de personas, pues se sentían identificadas con sus pinturas.
José Clemente Orozco nació el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán, hoy, Ciudad Guzmán, Jalisco. Fue muralista y litógrafo mexicano, entre otras cosas. Se graduó en la Escuela Nacional de Agricultura y estudió además, matemáticas y dibujo arquitectónico.
Caracterizado por ser amante del pueblo, de la naturaleza y de las costumbres. Solía identificarse con lo suyo y los suyos. El espíritu mexicano hinchaba todas sus velas y amaba todo lo que su pueblo amaba. La caridad, la limosna y le beneficencia le sacaban de quicio.
En el año de 1922 se unió a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, en el sindicato de pintores y escultores, con el propósito de recuperar el arte de la pintura mural con la ayuda y patrocinio del gobierno. Ellos posteriormente formarían la tercia de los más grandes muralistas mexicanos.
En el año de 1926, Orozco pinta en la ciudad de Orizaba, el mural titulado 'Reconstrucción', en el edificio que actualmente ocupa el Palacio Municipal, por orden de la Secretaría de Educación.
Solía viajar mucho a lugares como Nueva York y ahí se dedicó a trabajar y exhibir sus diversas obras, que principalmente eran en torno a la Revolución. Entre ellas se encuentra: Queensboro Bridge, The Curbz, Winter y The Subway.
En el año de 1934, José Clemente Orozco decide regresar a México y aquí realiza el tablero rectangular del Palacio de Bellas Artes, titulado "Catarsis" que hace juego con un mural de Rivera situado justo en frente llamado "El hombre en la encrucijada". Esta es una sangrienta representación del constante conflicto que enfrenta el hombre moderno y su mundo hundido en caos que lo rodea y a la vez lo oprime.
En Guadalajara, creó tres grandes obras murales: en la Universidad, en el Palacio de Gobierno y en el Hospicio Cabañas. Según el curador de la exposición "Epopeya Mural", Juan Coronel, fue Diego Rivera quien recibió la invitación para pintar los murales del Hospicio Cabañas; pero Diego rechaza la invitación argumentando que eso no le correspondía a él, sino a Orozco.
"Es su casa, es su estado y es el edificio más importante de la ciudad." -Diego Rivera, hablando de Orozco y el Hospicio Cabañas.
Foto: Hombre en Llamas - José C. Orozco http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/orozco.htm
José Clemente Orozco nunca estuvo convencido por ninguna escuela o doctrina exclusiva. Estaba influenciado por el expresionismo alemán.
Su biografía es su misma pintura. Poco sabía de escuelas; era espontáneo y tenía gran repulsión por la vulgaridad, la sumisión y la verborrea. En cambio, le apasionaba la libertad, el bien, la justicia y la rebeldía.
A sus trazos le colocaba muchos colores. Se enfocaba en los conflictos y pasiones de su pueblo; conflictos sociales e individuales y preocupaciones éticas y metafísicas.
Recurrió a los contrastes de luz, al dibujo interpretado y composiciones dinámicas.
Para Orozco, México es el protagonista. "Lo que vale es el valor de pensar en voz alta, de decir las cosas tal como se sienten en el momento en que se dicen." - José Clemente Orozco.
Esta frase con pocas palabras nos puede dar una gran explicación de la forma de pensar de José Clemente Orozco y por lo tanto podemos entender perfectamente el mensaje que intenta transmitir en cada una de sus obras. En ellas, siempre se puede percibir el sentimiento de las personas plasmadas; de alguna forma nos formamos parte de la pintura porque entendemos el lenguaje que se habla en ella. Desde el momento en que vemos la pintura comenzamos a sentir distintas sensaciones, de asombro por la técnica empleada pero a la vez, sentimos un asombro distinto por la imagen que está plasmada, que muchas veces nos hace reflexionar sobre nuestra realidad y nuestro país.
Ejemplo de lo que quiero decir, es "Dioses del mundo moderno" pintada en el año de 1932, en caballete. Aquí se nos muestra una realidad cruda y deprimente, en donde predominan los esqueletos y las calacas. Hay un esqueleto muy grande reposando en objetos que parecen libros y hombres vestidos como empresarios, elegantemente. Se puede ver, como mencioné anteriormente, el conflicto constante que enfrenta el hombre moderno con el mundo mecánico que lo rodea y que lo atrapa en un callejón sin salida, creando caos.
Para mi es una verdadera obra de arte, junto con todas las demás que este gran artista ha hecho y definitivamente merece su lugar entre los tres grandes muralistas del país. Es algo triste que la gente lo relacione siempre con Siqueiros y Rivera, en lugar de como individuo que tuvo su propio estilo y su propia manera de pintar la realidad mexicana.
Orozco muere el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de México.
Bibliografía:
Orozco - Luis Gardoza y Aragón
Dos apuntes para un retrato - Luis Gardoza y Aragón